Narrativas digitales
Hacia una ruptura del relato clásico
En el siglo lV antes de Cristo, Aristóteles marcó las
líneas del relato tal y como lo conocemos hoy en día. Para el filósofo griego toda
historia que conecte con el público se compone de tres actos divididos en un
“planteamiento”, “nudo” y “desenlace”. En el planteamiento son presentados los
principales y el contexto en el que se producirá el conflicto de la historia;
en el desarrollo sucede una progresión de las acciones que complican en aumento
el conflicto; en el clímax se produce el punto más tenso; y en el desenlace el
conflicto encuentra solución y se encuentra un equilibrio.
La estructura del relato aristotélica es lineal y así ha
llegado a nuestros días, constituyendo el tipo de relato predominante y
hegemónico. Cualquier historia, ya sea un artículo periodístico, un blog, una
película o un video tutorial de Youtube siguen esta estructura clásica de
introducción, nudo y desenlace.
Pero el nuevo discurso de nuestra época marcado por nuestra
atención a la web y a los relatos que surgen de nuestros móviles conectados, no
es lineal. Saltamos de una página o a otra, exploramos contenidos inconexos y
realizamos clics en los enlaces presentes en los blogs que leemos. Los
artículos de Wikipedia, y en realidad cualquier texto presente en la red contiene
enlaces que nos llevan a otras páginas y esto genera un relato que ya no es
continuo, que no es lineal. Lejos del paradigma aristotélico, surge y se impone
una nueva forma de leer y entender los relatos que conduce a nueva percepción
de las historias como elementos fragmentados y dispares.
Existen antecedente al relato no lineal. La novela “Rayuela” de Julio Cortázar
publicada en 1963, es un claro ejemplo de la no linealidad del relato. Con un total de 155 capítulos, el libro puede leerse de
varias maneras. Secuencialmente de principio a fin, en el orden en el que el
lector desee o “por la secuencia establecida por el autor en el tablero de
dirección y que se encuentra al inicio del libro (Wikipedia).
La no linealidad del
relato tambien es posible en relatos audiovisuales. En el capítulo de la serie “Black Mirror” "Bandersnatch" (2018), escrito por el creador de la serie Charlie Brooker y dirigido por David Slade la historia se presenta como un capítulo interactivo en el que
los espectadores toman decisiones para el personaje principal.
Estos dos relatos ejemplifican el modelo narrativo no
lineal tambien denominado de antiestructura o antiaristotélico. Frente a la
estructura clásica de introducción, nudo y desenlace. El relato se presenta
como reflexivo y contemplativo. Siempre se plantea una relación entre la
realidad y la ficción (cualquiera de las dos se ve quebrantada).
La diégesis de la historia se presenta fraccionada y el
público como ocurre en los enlaces de una página web, puede participar e incidir
sobre el devenir y el desenlace de la historia haciendo click en la misma. Estos
nuevos relatos no lineales, se caracterizan por mostrar una causalidad, el
tiempo no lineal y es probable que sea incoherente.
Para conocer otros tipos de estructuras narrativas os
recomiendo el siguiente enlace.